Trasteando por la web he encontrado un atículo sobre la educación literaria, del que he escogido el siguiente texto por su curiosa y valiosa aportación:
La literatura es una experiencia estética y, como señalan Brioschi y Girolamo en Introducción al estudio de la literatura, “el lector aprenderá tanto más a moverse con independencia, cuanto más haya elaborado criterios de gusto, fundados no en el simple me gusta o no me gusta, sino en una curiosidad más amplia y una apertura intelectual menos práctica”. En este sentido, tendremos una misión, entre otras, como profesores de literatura: el hacer llegar a nuestros alumnos que la lectura es un placer. Pero no olvidemos que el “placer del texto” es fruto del esfuerzo y que esto exigirá que debamos programar unas lecturas que serán cada vez más difíciles para los alumnos y unas actividades adecuadas para facilitar esa lectura. Daniel Pennac en Como una novela, respecto a este tema, señala que no hay que obligar a los niños a leer lecturas aburridas, sino contagiarles el amor por la lectura. En relación con ello, crea su conocido decálogo en el que se exponen los derechos imprescindibles del lector:
1.- El derecho a no leer.
2.- El derecho a saltarnos las páginas.
3.- El derecho a no terminar un libro.
4.- El derecho a releer.
5.- El derecho a leer cualquier cosa.
6.- El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual).
7.- El derecho a leer en cualquier sitio.
8.- El derecho a hojear.
9.- El derecho a leer en voz alta.
10.- El derecho a callarnos.
1.- El derecho a no leer.
2.- El derecho a saltarnos las páginas.
3.- El derecho a no terminar un libro.
4.- El derecho a releer.
5.- El derecho a leer cualquier cosa.
6.- El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual).
7.- El derecho a leer en cualquier sitio.
8.- El derecho a hojear.
9.- El derecho a leer en voz alta.
10.- El derecho a callarnos.
El resto del artículo lo podeis encontrar en : http://www.eumed.net/rev/ced/02/apgg.htm
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